Pedro Bernal
Menu principal  
  INICIO
  MIS PRIMERAS INVESTIGACIONES
  EL PODER DE LA RAZÓN
  OPINIONES DE GRANDES CIENTÍFICOS
  CIENCIA Y BIBLIA CONCUERDAN
  MI BÚSQUEDA SOBRE LA VERDAD
  LA PERFECTA JUSTICIA DE DIOS
  NO AL INFIERNO
  PREDESTINACIÓN
  EVOLUCIÓN O CREACIÓN
  SOBERANÍA Y SU SIGNIFICADO
  ¿EXISTE LA REENCARNACIÓN
  SEÑALES DEL ARREBATAMIENTO
  EL FIN DEL MUNDO
  LA EDAD DE LA TIERRA
  Para los testigos de Jehová
  ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA
  LA TRANSFUSIÓN SEGÚN LA BIBLIA
  PREGUNTAS O SUGERENCIAS
MI BÚSQUEDA SOBRE LA VERDAD

 


  AVERIGUANDO DONDE RESIDE LA VERDAD


Sorprendentes acontecimientos acaecidos en primera persona por ser un buscador nato sobre la verdad de Dios.

 
Desde mi nacimiento y hasta los 17 años jamás tuve en mis manos una Biblia ni parte de la misma.
Lo primero que hicieron mis padres conmigo cuando nací fue bautizarme que era lo tradicionalmente impuesto.
De no hacerlo así, mis padres hubieran tenido problemas con la administración de aquella época, puesto que había una dictadura política y religiosa.
La administración exigía la partida de bautismo para lo más mínimo e insignificante que se tuviera que hacer. Hasta tal punto era esto así, que no podías ocupar puestos oficiales si no estabas bautizado.
Luego hice la llamada primera comunión, y después la confirmación. Todo esto sin el más mínimo conocimiento del Evangelio.
Todo era por tradición e imposición, sin el más mínimo conocimiento de las Sagradas Escrituras, puesto que estas estaban veladas al pueblo sencillo y humilde, pero honesto y sincero. 

La Iglesia Católica asustaban a nuestros padres diciéndoles que si no nos bautizaban nos quedábamos moros, y que si moríamos en esas circunstancias iríamos al limbo.
El amor de nuestros padres hacia sus niñitos les importaba muchísimo, y ante la duda nos bautizaban por si acaso eso era verdad, cosa que el Papa que existe en la actualidad, Benedicto 5º ha declarado que no existe.
Esta afirmación ha sido muy bien acogida por los verdaderos cristianos, puesto que la Biblia no habla de estos lugares.
No se si se habrá dado cuenta de sus afirmaciones, pero estas tiran por tierra la infalibilidad Papal, puesto que muchos de los anteriores Papas decían que existía.
En este caso, ¿Cuál es la verdad?.
Yo creo que esta última. Además, considero que ha tenido un gran valor al manifestarse públicamente en este caso concreto.
Ojalá siga retractándose de muchas más cosas que no concuerdan con la Biblia.
Hasta aquí mi niñez y adolescencia hasta los 17 años.
Ahora voy a puntualizar las bases fundamentales para un diálogo sobre estos temas:
Máximo respeto y tolerancia a cualquier idea religiosa sea cual fuere, y en particular al cristianismo que es de lo que aquí se trata.
Bien sean Mormones, testigos de Jehová, Evangélicos, Adventista, Católicos y otras denominaciones que estén relacionadas con la Biblia como única base de revelación. 
No decirnos entre nosotros palabras soeces o de burla.
Que lo único que nos interese sea una comunicación de conocimiento para edificarnos uno a otros en la búsqueda de la verdad de Dios revelada en Las Sagradas Escrituras.
Como es lógico y razonable, esto conlleva tener un conocimiento sobre los temas a tratar, que pueden ser muchos, y sobre todo una buena ración de humildad.
A veces metemos la pata al hablar sin conocimiento de causa.
Al ignorante en estos temas también se le admite en el diálogo para que haga preguntas, puesto que esa es la única forma de aprender que tenemos todos sin acepción.
Todos tenemos mucho que aprender con relación al conocimiento que tengamos cada uno.

Hasta aquí, ha sido un pequeñísimo informe generalizado de lo que nos ha pasado desde nuestra niñez hasta la adolescencia, en la que ya empezamos a preguntarnos el porqué de las cosas en general. 
Ahora vienen mis primeras investigaciones sobre la Biblia.

 
Testimonio de Pedro Bernal Domínguez, de cómo llegó a contrastar su tradicional religión Católico Romana con las verdades de Jesús reveladas en la Biblia.     
    
Nací en Algodonales en un precioso pueblecito de la serranía de Cádiz, el día 16 de Septiembre de 1.935.
A los 17 años de edad tuve un contagio de tuberculosis en el pulmón izquierdo ocasionado por algunos besos que le di a una chica que estaba enferma.
Esta me oculto su situación de enfermedad, de la cual me enteré después.
El médico me ordenó reposo absoluto durante un año en cama. Esta preciosa causalidad fue la que el Señor usó para tener un precioso y hermoso encuentro con El.
Por primera vez en mi vida vinieron a mis manos unos evangelios sueltos, “que no se con certeza si eran católicos o evangélicos” por conducto de una viejecita muy amiga nuestra, y también un libro titulado; El joven cristiano, que este si era católico.
Entre la lectura de los evangelios y la de este libro, que los pude leer muy detenidamente, puesto que tenía un año de tiempo, el Señor habló a mi vida de una forma muy especial que jamás podré olvidar.

A pesar de que mi madre nos tenía enseñados en el cristianismo católico, y por lo tanto hicimos la primera comunión y también la confirmación de una forma tradicional.
Esto no impactó en mi vida de adolescente, aunque había algo en mi interior de sed de Dios.

Pues con esta sed, empecé a beber un poquito de agua de este manantial de vida que es nuestro amado Salvador.
Mi vida quedó tan impactada de este encuentro, que cuando salí de la enfermedad, de la cual quedé completamente curado, mis amigos me decían; ¿Qué es lo que te ha pasado?
Yo le contestaba que ahora creía en Cristo, y no quería pecar haciendo cosas contrarias a voluntad de Dios reveladas en los Evangelios.
Cuando estaba en la cama le pedí perdón al Señor de toda mi vida de pecado hasta con los más mínimos detalles, y esto, con un gran llanto de arrepentimiento y remordimiento por haber pecado contra el Señor.

El Señor había puesto una buena disposición en mi mente para no ir más a lugares de pecado y de inmoralidad, y otras cosas contrarias a su voluntad.
Fue una conversión genuina y total, pero no tenía un conocimiento profundo de su Palabra.
Yo no tenía conocimiento de las diferencias de enseñanza que pudiera haber en las diferentes iglesias.
En mi ignorancia me presente al sacerdote del pueblo de Camas donde nos trasladamos desde Algodonales a los 14 años de edad.

Yo le comenté mi encuentro con el Señor, y le pregunté que podría hacer para agradar al máximo al Señor. El me contestó que fuera a misa todos los días, pues en esta se ofrecía el cuerpo y la sangre de Jesucristo realmente, y por lo tanto era lo más grande que podía hacer y ofrecer a Dios. Además que confesara una vez al mes y que comulgara a diario, y así recibír a Cristo. También que rezara el rosario todos los días.

Ahora viene a mi mente, que en una ocasión rezábamos el rosario de la aurora por las calles de Camas, y al pasar por el Barrio de la Fuente, dijo el sacerdote en alta voz; rezar fuerte para que salgan los demonios de aquí; refiriéndose a la Iglesia Protestante.
Esto, quedó grabado en mi mente.
Con mucha ignorancia y con el máximo de honestidad por mi parte, estuve practicando escrupulosamente durante unos 13 años todo lo que el sacerdote Dn. Juan me dijo.
A los 21 años de edad efectuando el servicio militar en Morón de la Frontera tuve el segundo encuentro en el orden de prioridades, conociendo a la que es hoy mi muy querida esposa y madre de cinco preciosos hijos y cinco nietos en la actualidad.
A ella, durante el noviazgo le comuniqué mis ideales cristianos, los cuales aceptó muy gustosamente, y de común acuerdo hubo un respeto mutuo entre los dos, practicando las enseñanzas del catolicismo de buena fe.

Cuando nos casamos con 26 años de edad, nos trasladamos a la calle Clavijo del barrio de San Lorenzo de Sevilla, y asistíamos a los servicios religiosos de la Iglesia de San Lorenzo, en la cual fueron bautizados tres de nuestros cinco hijos, pues los otros dos no lo fueron porque tuvimos conocimiento por la Palabra de que no era lo correcto.

Anterior a esto, cuando llevábamos 3 años de casados fuimos invitados a realizar unos cursillos de cristiandad de la iglesia católica, en el Monumento del Sagrado Corazón de Jesús de San Juan de Aznalfarache por Dn. Manuel Rojo Cabrera amigo nuestro, y que ejercía de Abogado en la calle Santa Clara.
Este cursillo fue de tres días intensivos.
Lo que más se enfatizaba en estas enseñanzas era el hacer muchas obras buenas, y hacer sacrificios corporales a favor de otras personas.
En este cursillo nos hicieron un regalo, que para mí y mi esposa fue el más preciado y hermoso de todo lo que allí se nos enseñó, pues nos entregaron un Nuevo Testamento de Nácar y Colunga.

Esta preciosa joya de la Palabra de Dios fue y sigue siendo nuestra antorcha en lugar oscuro.
Lo leía varias horas todos los días, y a partir de su lectura empecé a recordar aquellos evangelios sueltos que había leído durante mi enfermedad en la cama.
Luego me hice de una Biblia completa también de los traductores Nácar y Colunga.
Cada día estudiaba con profundidad y muy asiduamente toda la Palabra de Dios durante unos 2 años.
Como es de esperar empezaron mis dudas de las enseñanzas recibidas por la iglesia católica al compararlas con la Biblia.

Lo primero que me di cuenta fue que no coincidían Los Diez Mandamientos de la Biblia con los del catecismo católico romano.
Sin pensarlo dos veces, cogí la Biblia y el catecismo y me personé en el Palacio Arzobispal y hablé con el vicario de enseñanza exponiéndole lo que dice Apocalipsis 22:19, de que no se puede ni añadir ni quitar.

¿Cómo es posible que la iglesia en la que yo y mi esposa habíamos depositado toda nuestra confianza se halla atrevido a adulterar la Palabra de Dios ocultando por completo el segundo mandamiento?
Como es de razón, al quitar el segundo deberían de haber nueve en el catecismo, y para que la gente no aprecie ese detalle, el décimo de la Biblia lo dividen en dos partes en el catecismo, apareciendo diez falsamente y premeditadamente.
Esta falsa me puso en guardia permanente, y seguí estudiando otros temas doctrinales como el mal llamado sacrificio de Cristo durante la misa, según me dijo el sacerdote de Camas en mis principios de convertido.
Estudiando la epístola a los Hebreos entendí que el sacrificio de Cristo fue ofrecido una sola vez y para siempre para quitar de en medio el pecado.
Y que donde hay remisión de pecados ya no hay más ofrenda por el pecado.
Y otro que dice, que con un solo sacrificio hizo perfecto para siempre a los santificados. Y estos somos todos los que nos hemos arrepentido y hemos cambiado de vida, y yo era uno de ellos.

Tambien leí, que donde no hay derramamiento de sangre no hay remisión de pecados, y por lo tanto en la misa no sucede tal cosa.
El sacrificio de Cristo, entendí que era único y perfecto, y por lo tanto no se puede repetir.
Había que recordarlo con las especies de pan y vino como nos mandó Jesús.
Además, Jesús también participó de aquel pan y de aquel vino, y dice que no lo volvería a beber hasta que lo beba de nuevo en el reino de Dios. ¿A caso Jesús está tomando de su propio cuerpo y de su propia sangre? Esto no tiene ningún sentido; y por si fuera poco esto mismo se realizará en reino de Dios.
Está clarísimo que son símbolos, y que nos recuerdan el sacrificio de Jesús hasta que el venga, como El mismo lo dijo en este relato del evangelio. 
Cuando leí que somos templos del Espíritu Santo el cual mora en nosotros, quedé sorprendidísimo, y mi alegría fue muy grande al entender que Dios moraba en mí por medio del Espíritu Santo. 
Luego entonces, ¿Qué sentido tenía el que recibiéramos la eucaristía si Cristo ya moraba en nosotros?
Aún más; estudié en su Palabra que Dios no mora en templos hechos por manos de hombres.
Y me preguntaba; ¿Quién ha hecho los sagrarios de todas las iglesias en los cuales nos decían que moraba Cristo?
Fueron hombres de carne y hueso como nosotros.

De nuevo me personé en el Palacio Arzobispal, para dilucidar doctrinas de tan vital importancia bíblica, con la decisión total y difinitiva , de que si no tenían unas repuestas adecuadas y concordantes con la Biblia, me iría definitivamente de la iglesia católica.
Durante este proceso de investigación expuesta, me encontraba trabajando con un empresario de caballos para picar toros de lidia, el cual me despidió porque le exigí que me diera las vacaciones por una sola vez durante los 11 años que estuve con él y no quiso, y yo las cogí por mi cuenta:
Pero cuando volví me encontré la carta de despido.
Como fue ilegal me tuvo que indemnizar.
Cuando este me despidió, a los dos días solicitaron mi servicio de conductor particular una familia muy reconocida de Sevilla, como lo es la familia Borrero Hortal, pues al saber que yo era de comunión diaria y un buen católico.
Yo era el hombre de confianza de esta familia, hasta tal punto que comía en casa de la señorita de la cual yo era su conductor.
Se iba a veranear a San Sebastián, y lo hacíamos solos, ella su ama de compañía y yo.
Esto lo vine haciendo los dos años que estuve a su servicio.
Durante el trayecto de los viajes que hacíamos rezábamos con frecuencia el rosario con una preciosa armonía entre los tres.
Se portaba con migo de una forma edificante, y que sigo agradeciendo hasta el presente.
En una de las tantas ocasiones que rezábamos el rosario, yo no respondí a los rezos, y me preguntó si estaba enfermo, y le contesté que no.
Le dije con detalles, los estudios que había hecho de la Biblia, y a las conclusiones que había llegado de apartarme de la iglesia católica.
Y que si en vez de perder el tiempo rezando el rosario, se leyera la Biblia, hoy habría más cristianos.
Tanto la señorita Amparo, como el ama de compañía, se quedaron sorprendidas con mi repuesta, sabiendo y conociendo en profundidad como yo era.
Me hacían preguntas de todo tipo, a las cuales les contestaba con citas de la Biblia.
Les dije que un cristiano no debe de ser hipócrita, y que si antes rezaba el rosario en compañía de ellas era porque así lo sentía y así lo venía haciendo durante trece años, pero que ahora no lo hago porque tengo la seguridad absoluta de que ese tipo de rezo no es la voluntad de Dios reflejada en su Palabra.
Por lo tanto, ahora obedecería a Cristo, el cual nos dice que pidamos al Padre en su nombre.
Mis repuestas no fueron mal acogidas por ellas, incluso observé inquietudes por su parte.
Al pasar unos dos meses, me cita en la oficina el hermano de la señorita Amparo, y me dice literalmente que voy a volver loca a su hermana con mi actitud del cambio tan brusco por mi parte, y que a esto había que darle una solución.

A lo que yo le puse al día, comentándole que llevaba unos dos años de estudios bíblicos para determinar que debería hacer, y que no quise decir nada antes, hasta no estar seguro plenamente de lo que hacía, y que por lo tanto mi decisión de salir del catolicismo no fue tan brusca como el creía.
Este hombre antes de tomar decisiones a la ligera explotó un último cartucho, dándome una tarjeta de visita suya con una nota para un sacerdote jesuita amigo de la familia, creyendo que podría convencerme de mi actitud.
De inmediato me presenté a este sacerdote, y comenzamos una charla que duró unas tres horas.
Tuve la oportunidad de darle repuestas bíblicas a todo lo que me preguntaba y además exponerle con detalle todos los temas doctrinales de la iglesia católica de los cuales yo no estaba de acuerdo.

Al final de este tiempo de conversación me comunica que era doctor en Teología, y que le sorprendía el conocimiento que yo tenía de la Palabra de Dios y la fe que depositaba en esta. Diciéndome que le gustaría ver a muchos hombres con la disposición que yo ponía en las cosas del Señor, y que por lo tanto siguiera mi camino.
Pudiera parecer que lo dicho es presunción por mi parte, pero esas fueron sus palabras.

Acto seguido, me persono en la oficina para comentarle a Dn. Francisco hermano de señorita Amparo la charla con el Teólogo.
Este me recibe con una sonrisa muy abierta y me preguntó que como se me había dado.
De tal forma me hace la pregunta que se reflejaba en su rostro la creencia de que el Teólogo me había convencido de lo contrario.
Cuando le trasmití literalmente la repuesta de este se quedó enmudecido.
A los cuantos días me cita de nuevo y me dice que esto no puede seguir así, y que tengo que dejar mi trabajo con su hermana.
Yo le contesté que no me iba, puesto que nada malo había hecho, y que si por mi cambio de iglesia quería prescindir de mis servicios a su hermana, que me despidiera y me indemnizara, y que además me tendría que dar un certificado de buena conducta para presentarlo donde me fuere necesario.
Y así se vio obligado a hacerlo.
Como es de esperar, al ver que la iglesia católica tenía doctrinas que no concuerdan con la Biblia enpecé una investigación sobre las demás iglesias que hablan de Cristo.
Entre otras, la de los testigos de Jehová, y que además estuve a punto de caer en sus redes, pues me decian que Cristo no es Dios, y que la doctrina de la  Trinidad no hera verdad.
Me enseñaban que Cristo no resucitó con su propio cuerpo.
 Aquí se pasaron de rosca, puesto que la resurrección de Jesús es el sello y fundamento de la verdad.
A partir de esa afirmación hice un estudio que adjunto en este momento.

ESTUDIO SOBRE LAS TRES PERSONAS DE LA DEIDAD.

La misma Biblia dice, que es anatema todo aquel que aumenta o quita, o sea, maldito.
Luego entonces, todos aquellos que aumentan o quitan son malditos de Jehová y no testigos de Él.
Soy conocedor de Las Sagradas Escrituras, aunque no un gran erudito.
La Palabra de Dios nos dice que solo a Dios se debe de adorar. Por lo tanto si Cristo no es Dios no se le debe de adorar. Pero si Cristo es Dios sí.
Ya en el libro de Génesis dice: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. O sea, que la semejanza del Hijo es igual a la del Padre. En Zacarias11:12 dice: Y pesaron por mi salario 30 piezas de plata. Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro; hermoso precio en que me han apreciado.

Como todos los cristianos sabemos, esta es una profecía que se refiere a Cristo.
En cambio aquí se nos dice que fue a Jehová a quien se le valoró. Por lo tanto Cristo es igual al Padre en concordancia con la cita de Génesis.
En Isaías 9:11 dice: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz.

En Mateo 1:23 dice: Y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es Dios con nosotros. En Juan 14:7 al 9 dice: Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿como pues, dices tú : Muéstranos al Padre? ¿No crees que y soy en el Padre, y el Padre en mí.
En Apocalipsis 1:8 se nos dice que Dios es el Alfa y la Omega, principio y fin, el que ha de venir, el Todopoderoso. En cambio en el capítulo 22: verso 20 nos dice que el que viene es Cristo.
En el verso 11 del capítulo uno dice Alfa y omega refiriéndose a Cristo, como se desprende del verso 12 y 13 que la voz del que hablaba era la de Cristo.
Entendemos que las palabras Alfa y Omega, primero y último, primero y postrero, principio y fin, tienen el mismo significado.
Y para rematar más aún el tema en los versos 17 y 18 sigue diciendo: No temas ; yo soy el primero y el último; y el que vivo y estuve muerto.
Podemos observar que en el verso 11 se clasifica como Alfa y Omega, y en el 17 como primero y último.
Hay más información de que Cristo es la segunda persona de la deidad.
En este momento me acuerdo de otro texto de vital importancia en Juan 5:21,22 y23 que nos dice: Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
Por lo tanto es igual al Padre en honra. 
En 1ª de Juan 5:20 nos dice: Pero sabemos que el hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
En Juan 14: 1 dice: No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Este mandamiento de creer en Él lo mismo que en el Padre sería inaudito y blasfemo si Cristo no fuera Dios.
¿Qué hombre en el mundo se atrevería a decir tal cosa? Solo Jesús pudo decirlo.  
Por todo lo expuesto creo que Cristo es Dios, y por lo tanto se le debe adorar.
Con relación al Espíritu Santo también creo que es Dios en la tercera persona de la deidad, por lo que se desprende de la Biblia.
Tiene atributos personales, que no los puede tener una cosa, o una fuerza, como dicen los mal llamados testigos de Jehová.

El Espíritu Santo se entristece, habla, da opiniones, se le puede mentir.
Además nos dice la Palabra que los cristianos somos templos de Dios.
En 1ª de Corintios 3:16,17 dice: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros santo es.
Juan 14:23 está relacionado con el anterior expuesto diciéndonos: Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él.

Tambien en el verso 15 al 18 del mismo capítulo dice: Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora en vosotros, y estará con vosotros. No os dejaré huérfanos vendré a vosotros.

La Biblia dice lo que dice, y no lo que nosotros queremos que diga. Los testigos también me enseñaban que Cristo no resucitó físicamente como mencioné anteriormente. Pues dejaban a Cristo por embustero cuando dijo a los apóstoles: Mirad que los espíritus no tienen carne y hueso como veis que yo tengo, y les mostró las señales de la cricificción en su cuerpo.

Espero que esta exposición sea para bien de aquellos que buscan la verdad, para que así queden libres de todo tipo de ataduras impuestas por los hombres.
Que Dios ilumine, bendiga y proteja, a todos los hombres que buscan honesta y sinceramente Su Verdad.
Por lo tanto, mi búsqueda de la verdad de Dios no la encontré con los mal llamados testigos de Jehová.
De nuevo me pongo a investigar en las iglesias evangélicas.

En este testimonio mío, sería ingrato por mi parte no mencionar a mis queridísimos hermanos Pedro Navarro y su esposa Isabel, que eran evangélicos y vivían en San Juan del Puerto provincia de Huelva.
Este pueblo lo frecuentaba yo casi todas las semanas al estar trabajando con anterioridad a la señorita Amparo con Antonio Cruz, el empresario de caballos de toro y que tenía una finca agrícola en el mismo, y que estuve con el durante unos once años.
“Este fue el que me despidió porque le pedí las vacaciones” para ir a Fátima.
En este pueblo me hice de buenos amigos y conocían mis creencias como católico en aquellos momentos.
Estos amigos me dijeron que allí vivían unos protestantes y que si era capaz de hablar con ellos. A lo que le conteste; que si ellos creían en Cristo igual que yo, no era motivo para rechazarlos.
Yo siempre he sido, y sigo siendo, muy abierto a escudriñarlo todo, y llamando a su puerta se sorprendieron de mi presencia, puesto que no me conocían de nada.
Me preguntaron que quería, y les dije que me habían dicho que eran protestantes y deseaba hablar con ellos.
Me abrieron sus puertas de par en par, y con un agrado, delicadeza y amor, que a mi me cautivó. En estos momentos añoro su compañía y su amabilidad.
A partir de entonces estaba deseando ir a San Juan del Puerto para debatir con ellos sobre la Palabra de Dios para atraerlos a la iglesia católica. Esta situación de investigación, y por lo tanto de debate amistoso, lo mantuvimos casi dos años.
Entonces Pedro Navarro viendo lo duro que yo era y como buscaba mis defensas, me propuso no discutir más sobre cuestiones doctrinales, solo que leyéramos la Biblia y oráramos juntos.
Yo accedí a su petición, y así lo venimos haciendo por un tiempo.

Tampoco quiero dejar fuera en este mi testimonio a nuestro querido hermano Santos García, que con sus grandes conocimientos de la Palabra, y al mismo tiempo, su cautivadora humildad y delicadeza, impactaron en mi vida de una forma muy especial. Ahora este hermano está gozando de la presencia de nuestro gran Dios y Salvador, del cual habló y enseñó a tantísimas personas, entre las cuales me encuentro yo.
Al final caí de mi cabalgadura, y hubo un gran vencedor en todos estos debates, Cristo el Señor:
Él nos promete: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá.
Que para El sea la Gloria y el Honor por la eternidad.
     Esta, ha venido siendo mi fórmula, y seguirá siéndolo; escudriñarlo todo y retener lo que haya de positivo en cualquier confesión religiosa que esté en concordancia con las Sagradas Escrituras.
    
Cuando mi convicción fue total, y di el paso definitivo, estaba trabajando con la señorita Amparo como he mencionado con anterioridad.” Pues lo he relatado sin tener en cuenta el orden de los acontecimientos” Rápido se lo comuniqué a Pedro Navarro y familia.
La alegría y el gozo fueron totales y mutuos.

Acto seguido me aconsejó que fuera a una iglesia evangélica de Asamblea de Hermanos que se encontraba en calle Prosperidad del barrio de Triana, donde pastoreaban Benjamín Martínez, al cual mi familia y yo le debemos nuestro principal crecimiento espiritual.
Tambien estaban con el, Federico llobregat y Manolo Caballero que ya están gozando en la presencia del Señor, de los cuales recibimos grandes lecciones en general.
     En la iglesia católica de San Lorenzo, que yo frecuentaba con mi familia, se formó un buen revuelo cuando les informé que me iba para no volver más.
Teníamos una buena relación con varios sacerdotes y un buen número de feligreses. Nuestra actitud de cambio a pesar de los años que allí estuvimos, impactó en algunos de ellos, y uno de los sacerdotes para quitar importancia a nuestra decisión, comentaba entre estos que yo no estaba bueno de la cabeza, y que no me echaran cuentas.
Cuando llegó esto a mis oídos decidí ir a un Siquiatra voluntariamente, para que me examinara como el viera oportuno, porque estaba en juego la verdad del Evangelio.
Le informé al doctor los motivos por los cuales me ofrecía voluntariamente a su examen siquiátrico. Este empezó de una forma muy sutil su trabajo, pero al mismo tiempo sorprendido de mi decisión. Estuve yendo a su consulta varios días.
Recuerdo que me enseñaba varias formas de dibujos y me preguntaba que me parecía aquello. Tambien me sacaba conversaciones muy variadas de diferentes temas de los cuales salí ileso, según el certificado que me extendió al finalizar sus estudios sobre mi personalidad síquica.
Este siquiatra se llamaba Dn. Jesús Vargas y tenía la consulta en la calle Asunción de los Remedios.

Como es lógico, el fue una de mis primeras oportunidades para hablarle de Cristo.
El certificado que extendió fue extremadamente satisfactorio, exaltando mis conocimientos generales, al no estar en armonía con el medio cultural en el que yo me movía y fui educado.
Con este certificado en mano, me fui a la iglesia de San Lorenzo y llamé a la puerta del despacho del párroco, y cuando me preguntó quien era, le contesté; tenga usted cuidado que soy Pedro el loco.
Jamás este hombre pensaría lo que fui capaz de hacer, para que mis defensas doctrinales basadas en la Palabra de Dios no fueran ridiculizadas por su calumnia.
Cuando leyó el certificado sus nervios le estaban traicionando y no sabía que decir.
Este acontecimiento lo extendí por la Parroquia para que se supiera la verdad sobre mi persona.
     Como es de esperar por un cristiano, perdoné de todo corazón a este sacerdote, como también al que me despidió del trabajo, el hermano de la señorita Amparo. Orando por ellos con toda sinceridad.
No se cerraron mis puertas por este segundo despido, siendo el primero por Don Antonio Cruz, el que tenía la finca en San Juan del Puerto.
Como fueron despidos ilegales me tuvieron que indemnizar. Con ese dinerito me compré una furgoneta vieja y me puse a trabajar como transportista en la firma de Dragados y Construcciones.

Al cabo de pocos años el Señor me bendijo con varios camiones de gran tonelaje. Aquí se cumple lo dicho en su Palabra:
 A los que a Dios aman ,todas las cosas les ayuda para bien.
      Pasaron muchas más cosas en nuestras vidas a partir de esto.
Tuvimos problemas con varios familiares por las dos partes, pero no quiero entrar en detalles para no alargar más este testimonio.

Lo que no puedo dejar de decir, es que las bendiciones del Señor han sido muchas y grandes, tanto en el terreno espiritual como en el material.
La más importante de todas, la conversión de nuestros cinco hijos: Y por si fuera poco, todos sirviendo al Señor con los dones por Él recibidos.

Mi padre y mis dos hermanas también se convirtieron, y muchas más personas al usarnos el Señor para gloria exclusivamente suya.
Solo somos instrumentos en sus manos como canales de sus bendiciones.
     Solo me resta decir con gran gozo y agradecimiento, que en nuestra familia se han cumplido fielmente las siguientes promesas reflejadas en su Palabra: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa;

Hch.16: 31. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas, Mt. 6: 33. Nuestras añadiduras también han sido colmadas.
 QUE PARA EL SEA LA GLORIA
  
Al final decidí congregarme en esa Iglesia Evangélica de la calle Prosperidad. ¿Y porqué lo hice? No fue porque fuera perfecta en doctrina ni tampoco en sus miembros.
En la primera Iglesia cristiana y Apostólica hubo traidores y también disensiones entre ellos.
Por lo tanto nunca buscaré una Iglesia perfecta.

Yo no estoy de acuerdo con algunos temas doctrinales como son: El sufrimiento eterno de los incrédulos y la predestinación que enseñan algunos pastores.
¿Y sabéis lo que más me a cautivado de esta querida Iglesia?
Me han permitido y respetado exponer mis interpretaciones públicamente y sin el menor rechazo por parte de nadie, y principalmente por sus pastores que también hay diversidad doctrinal entre ellos.
Hermoso ¿verdad? Esto a mi me encanta, el respeto a la interpretación de cada uno de sus miembros, pero sin dejar de investigar y orar para que el Señor en su día nos dé un mismo sentir y un mismo parecer y que todos hablemos una misma cosa.

Esto en los testigos de Jehová es impensable. Pues expulsan a sus miembros cuando no aceptan las enseñanzas que vienen de sus líderes y traductores falsos como ya mencioné.
Además tampoco pueden entrar en otras Iglesias y estudiar con otros.
A esto le llaman adulterio espiritual.
¡Se puede decir mayor disparate después de los adulterios que hacen de la Palabrada Dios!
También les ponen muchos impedimentos para que no entren en internet.
Pues en este hay asociaciones de miles de  de extestigos que salieron despues de muchos años años y siendo líderes en sus iglesias.
Esto les afecta en gran manera, porque se descubre de una forma convincente la falsa de sus enseñanzas y otras cosas secretas. 

Ojalá se arrepientan de tan nefasta actitud.
Pero en su mayoría creo que están en la ignorancia, que sería lo mejor, porque de lo contrario mal les viene por parte de Jehová.

Dios es tan precioso en sus juicios, que nos dice en su Palabra que pasa por alto los pecados de ignorancia.
Mientras ignoramos podemos escaparnos del juicio de Dios, pero si sabiendo la verdad permanecemos en el engaño y en error ,no hay solución para tal persona.
  Estoy a disposición de cualquier persona que desee contactar con migo, pero siempre desde el respeto mutuo.  
En esta página Web tengo los estudios en los cuales me apoyo para no creer en la predestinación ni tampoco en el sufrimiento eterno de los incrédulos.
Mi investigación siempre es continuada en busca de la verdad de Dios revelada en su Palabra.

Del diálogo siempre sale la luz, cuando en los interlocutores haya solo una intención, buscar la verdad de Dios y no la sulla.
Adaptar nuestras enseñanzas a la Biblia, y no manipular la Biblia para adaptarla a nuestras enseñanzas como hacen los testigos. 
Que Dios nos ilumine a todos aquellos que lo hacemos de esta forma, y que Él se glorifique en nosotros. QUE ASÍ SEA.

Vuestro hermano y amigo en Cristo:
                                 Pedro Bernal Domínguez.

Correo:
pedrobernaldominguez@gmail.com
Varios  
   
Versos Fundamentales  
  Escudriñad las escrituras; por que a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

Juan 5: 39 y 40
La Biblia
 
Total habia 14254 visitantes¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis